Ciclismo urbano: cómo evitar el robo de bicicletas

Con la creciente expansión del ciclismo urbano en todo el mundo – con tasas de incremento exponencial, el robo de las bicicletas aparece como un fenómeno creciente. En nuestro continente se observa que existen pocos incentivos para formular denuncias, debido principalmente a que no existe un sistema de registro.

“Falta formalizar el uso de la bicicleta”, asevera , Jaime Peña, director ejecutivo de Chile Pedaleando. entidad que promueve el uso de la bicicleta como medio de transporte.

Aunque todo ciclista sabe que los robos son casi inevitables, algunas técnicas permiten disuadir a los amigos de lo ajeno. Van algunas recomendaciones. Este post se basa en  un artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.

  1. Elegir el mejor lugar para asegurar la bicicleta

El mejor lugar para guardar la bicicleta es en el interior de la casa. Eso significa algún lugar inaccesible e invisible para los merodeadores y no, digamos, alguno de esos llamados ‘garajes’ a donde entran los ladrones siguiendo a alguna persona que abre una puerta. Basta con mirar la felicidad de este hombre al darse cuenta de que alguien había dejado su flamante bicicleta en el garaje.

Los balcones también pueden ser peligrosos. Si hablamos del balcón de un 13 er piso, probablemente esté segura, pero las terrazas cerca de la calle ofrecen frutos bajos para los ladrones. “No se requiere mucho —una escalera o alguien que puede escalar bien— para que suban hasta allí”, dice Greg Archer, de Archer Bycicle, un taller de bicicletas en Oakland. “Y no les importa si la bicicleta se daña cuando lo roban. La tiran por el balcón y luego bajan a buscarla”.

Cuando sale, Francisco Grajales, activista del ciclismo en Oakland, siempre intenta utilizar BikeLink, un servicio nacional que opera lockers de acero inoxidable cerca de los centros de tránsito y otros lugares favorables a los ciclistas. Este servicio es muy barato, pues sus lockers se alquilan a 5 centavos la hora y ofrecen una buena protección en forma de jaulas parecidas a las que usan los buzos contra los tiburones. “Estoy dispuesto a caminar media milla hasta mi destino desde el BikeLink sólo por la seguridad extra”, dice Grajales.

En este video se observan algunos modos habituales de robo de bicicletas.

La siguiente mejor opción para asegurar las bicicletas son los bicicleteros (o soportes de bicicletas). Estosson pesados y a menudo están en una zona vigilada. Otra opción son las señales de las calles, los postes y cosas similares. Siempre hay que darles a estos objetos un fuerte tirón hacia arriba para asegurarse de que están atornillados al suelo y nunca se debe asegurar una bicicleta a un poste que no tenga una señal en la parte superior, pues un ladrón puede simplemente levantar la bicicleta sobre el poste y llevársela (tampoco se debe bloquear la acera, para evitar que el ayuntamiento se lleve la bicicleta). Los árboles son otra opción para asegurar las bicicletas, aunque algunos podrían argumentar que eso daña la corteza. Y aunque una sierra para madera no es un elemento común en la caja de herramientas de la mayoría de los ladrones, no es inaudito que una bicicleta haya sido presa de un leñador delincuente.

Asimismo, se debe tratar la bicicleta como Cenicienta y no dejar nunca que pase la noche afuera. “Los ladrones aprovechan la oportunidad para salir a las 4 de la madrugada cuando no hay nadie alrededor y pueden tomarse su tiempo cortando cosas”, dice Archer.

  1. Elegir el mejor candado

No se deben utilizar los candados de cable, ya que la mayoría se puede cortar con tijeras de podar. Los candados en U (U-Lock) ofrecen una mejor protección, aunque no son impenetrables. “Las amoladoras angulares de baterías son tan buenas y baratas que son una opción muy viable para los ladrones”, dice Grajales. “Se puede simplemente cortar con una amoladora un candado en U sólido en menos de un minuto”. Por esa razón, algunos podrían optar por usar dos candados en U, uno que asegure la parte trasera, y otro la delantera. Los ladrones quieren entrar y salir tan rápidamente como sea posible y la tarea de cortar un candado adicional aumenta el riesgo de ser detenidos.

 

Estos cuatro ejercicios te pueden ayudar a prevenir imprevistos cuando andas en tu bicicleta

Cualquier candado que se elija —los candados de cadena de alta resistencia y los candados en U son los mejores— es importante asegurarse de que se sabe cómo ponerlo. “El candado es la primera línea de defensa, pero hay que usarlo de forma inteligente o no ayuda”, dice Archer. “No sólo se debe asegurar el cuadro, porque cualquiera con una herramienta puede llevarse ambas ruedas en menos de un minuto”.

 

  1. Proteger las piezas

Si algo no está remachado a la bicicleta, es de esperarse que desaparezca, ya sea que se trate de una buena rueda o un faro de goma de 2 dólares. “Hace años fui en bicicleta al cine y luego salí y noté que mi cadena estaba rota. Pensé ‘parece que todo está aquí'”, dijo Ramírez. “Entonces intenté armar la cadena y me di cuenta de que alguien se había tomado el trabajo de robarse mi cambio trasero. Era un cambio como de 20 dólares y solo me quedé ahí de pie mirando y pensando ‘bueno, no me puedo ir en la bicicleta hasta la casa, muchas gracias'”.

La mayoría de las partes de una bicicleta pueden quitarse con un destornillador o una llave Allen, a menos que sean de liberación rápida y ésas pueden robarse sin hacer absolutamente ningún esfuerzo. Una buena forma de proteger las ruedas y el tubo del asiento es quitar las tuercas y los tornillos regulares y poner varillas de bloqueo.

Un ejemplo de varillas de bloqueo para las ruedas delanteras y traseras y el tubo del asiento.

También se les pueden hacer cambios que no requieren mucha tecnología a los tornillos para aumentar su seguridad. Intente agregar rodamientos en las cabezas de sus tornillos Allen y cubrirlos con cera caliente. Otra opción es rellenar los orificios con adhesivo de silicona para que el ladrón tenga que rasparlo para desenroscar el tornillo. “De esta manera se ralentiza a los ladrones y se les hace más molesto el hecho de robarse las cosas”, dice Archer. “De eso se trata la seguridad: tenemos que hacer que sea irritante robarse nuestras cosas, para que no se molesten en hacerlo”.

Los sillines de bicicletas son a menudo una de las cosas más caras de la bicicleta (especialmente para quien adore los sillines Brooks) y también una de las que causa más molestia si se la roban, porque si no está, hay que regresar a casa luciendo como un tonto y, posiblemente, corriendo el riesgo de que el cuadro se encaje en la ingle. Grajales ha escuchado de personas que pegan sus sillines al cuadro, aunque él no lo recomienda porque la altura personal del asiento puede cambiar con el tiempo. Una varilla de bloqueo para el tubo es una opción mejor, al igual que un pedazo de cadena de bicicleta que asegure el sillín al cuadro.

“Todo lo que se necesitaría para quitar esa cadena es una herramienta, pero es un paso adicional”, dice. “Y lamentablemente, odio decirlo, pero a veces se trata simplemente de hacer las [piezas] de la bicicleta más difíciles de robar que las otras que están cercanas”.

Qué hacer si sí se la roban

Muchos departamentos de policía permiten registrar una bicicleta para facilitar su recuperación en caso de que sea robada. Archer también elogia el Registro de Bicicletas, un servicio que ha catalogado los números de serie remitidos por los propietarios y fotos de aproximadamente 116,000 bicicletas de todo el mundo. “Hasta ahora he recuperado dos con eso”, dice. “Si más personas se registraran, cuando llegan las bicicletas a mi taller yo sabría si son de procedencia legal, podría devolvérselas a sus propietarios, lo cual sería genial”.

De alguna manera hay que arreglárselas para evitar el desagradable robo de una bicicleta , de una compañera de ruta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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