Ciclismo Urbano: Pedaleo y soy Feliz
¿ Sabían ustedes que el ejercicio de la bicicleta libera endorfinas? Sí y mucho más que eso. En el blog Lituus encontramos esta interesante información que da cuenta del fenómeno.Sobre todo hoy que crece mucho el ciclismo urbano. Pedalear,que genera satisfacción y sensación de bienestar.
Esta entrada al blog no quiere hacer una apología de la bicicleta ni descubrir lo ya evidente y conocido pero si hacer hincapié y analizar un poco las razones, por las que posiblemente el pedalear, que según la Real Academia de la Lengua no es más que poner en movimiento el pedal de la bicicleta, nos genera como está demostrado endorfinas y por tanto una sensación de bienestar.
No me refiero tanto a la actividad deportiva de competición o de alta exigencia física, que seguro también lo produce, sino simplemente. desplazarse en bicicleta.
Lo que produce
Desde una tonificación muscular a los 20 minutos de iniciar el ejercicio pasando por el fortalecimiento del sistema inmune y cardiovascular a los 30-45 minutos como finalmente a una sensación de bienestar y antiestress sobre los 60 minutos.
Un estudio científico que aparece en casi toda la bibliografía sobre ciclismo y salud es el que fue solicitado por el Sistema de Salud en Alemania, Salud y Bicicleta al del Prof. Ingo Froböse del Deutsche Sporthochschule Köln.
Uno de los efectos que hace que generemos endorfinas al pedalear y nos produzcan esa sensación de bienestar es el hecho que de manera consciente o inconsciente nuestra mente sabe que es nuestra energía corporal la que se utiliza, somos nosotros los que movemos la máquina, la bicicleta.
Un estudio que les propondría a los gurús de coaching es comprobar si el rendimiento en el trabajo y el compromiso de los trabajadores con la empresa es mayor en el caso de quienes se desplazan a su lugar de trabajo en bicicleta que quienes lo hacen en coche o servicios públicos. Si que se ha comprobado que el ir a trabajar en bicicleta, incluso en las ciudades, es la manera más placentera de desplazarse. Queda por comprobar si estos ciclistas que se desplazan al puesto de trabajo en bicicleta son más productivos o no que el resto, pero lo que sú se ha comprobado que llegan más contentos a su puesto de trabajo que el resto de sus compañeros.
Quizá los políticos y responsables de las políticas públicas deberían incentivar esta actividad. Es todo un desafío.