Razones por las cuales el Estado debe promover el uso de la bicicleta como política pública

A estas alturas está un poco demás referirse a los beneficios de la bicicleta. Desde un punto de vista metodológico es posible agrupar los beneficios de la bicicleta en dos clases: directos (los que  internaliza el ciclista, en forma subjetiva, salud, ahorro de dinero en viajes, entre otros), e indirectos (son internalizados por la comunidad).

reducida ciclistas se toman la calle

  • Directos: mejoras en movilidad, salud y seguridad.
  • Indirectos: disminución del uso del automóvil y mejor calidad de vida.

En el caso de la movilidad, los beneficios más directos los experimentan los mismos ciclistas gracias a los ahorros en tiempos de viaje y el menor gasto que ello involucra. Por el lado de la salud, los beneficios relacionados al uso de la bicicleta son diversos:

  • Treinta minutos al día de forma moderada, tienen beneficios significativos para la salud.
  • Junto con la caminata, la bicicleta genera mejoras en la salud de adultos mayores.
  • Existe una asociación positiva entre el uso de la bicicleta y la disminución en niveles detriglicéridos, obesidad, presión arterial y niveles de insulina.
  • La actividad física derivada de la bicicleta reduce las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2 (BMJ, 2010).pareja red bici post

Cabe añadir que existe una correlación inversa entre la obesidad y el transporte activo: en los Países Bajos, Suecia y Dinamarca se observan tasas de obesidad mucho menores que en países con menor uso de la bicicleta como Estados Unidos, Canadá y Australia (Pucher & Buehler, 2010).

En relación a la seguridad, la construcción de infraestructura para movilizarse en bicicleta influye en mayores niveles de seguridad hacia los ciclistas. De acuerdo a Lusk, Furth y Morency (2011) y para el caso de la ciudad de Montreal, se estableció que el riesgo a sufrir accidentes es menor en ciclovías segregadas que en la calzada; de la misma idea son Reynolds, Harry y Treschke (2009), donde una revisión literaria de estudios de accidentes tanto en rectas como en intersecciones, mostró que movilizarse en bicicleta utilizando ciclovías separadas de los motorizados presenta un menor riesgo que usar las dos ruedas en las aceras o la calzada. Junto a esto, existe evidencia de la mayor seguridad que produce el fenómeno de safety in numbers (definido más adelante).

Con relación a los beneficios indirectos, tal como vimos anteriormente existen casos (viajes cortos) en los que la bicicleta puede sustituir algunos viajes hechos en automóvil, generando en dichos casos beneficios sociales relacionados a menores niveles en congestión y contaminación. No obstante, la congestión es un problema urbano que se vive en todas las ciudades modernas y es esperable que aumente a medida que más se desarrollen y crezcan las urbes (Echenique, 2006).

Finalmente, una serie de beneficios adicionales se conjugan cuando la bicicleta es llevada a ámbitos empresariales, tanto a pequeña como a gran escala.  En el caso del comercio minorista, la ecuación ‘vitalidad del comercio = acceso en auto’ dista mucho de estar demostrada por hechos. Es así que el comercio se beneficia de los clientes ciclistas,los cuales compran con mayor regularidad que los que llegan en auto y se tientan más. Junto a eso, las empresas que promueven la bicicleta en sus empleados son empresas que se benefician de la imagen positiva de ella, además de tener empleados más sanos, con la siguiente reducción en ausencias laborales por enfermedades. Incluso, existen beneficios tributarios a los que los empleadores pueden optar a la hora de fomentar la bicicleta en su entorno laboral.

 

 

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